Cómo crear clases virtuales: los aspectos prácticos

En este artículo hablaremos sobre cómo verse bien en clases vurtuales. No nos referimos a cómo verse “virtualmente elegante” (sí, el concepto existe), sino a la mejor forma de crear una clase virtual y dirigirla. Los cómos y los porqués. Los detalles. Quédate con nosotros y lo lograremos juntos.

¿Qué es una clase virtual?

Antes de que comience nuestra clase, vamos a definir la clase virtual virtual como lo hace la Sra. Huggett. En sus palabras, es:

Una clase en línea altamente interactiva impartida por un facilitador, con objetivos de aprendizaje definidos, con participantes conectados individualmente desde distintas ubicaciones geográficas, utilizando una plataforma de aula basada en la web”.

Y esto es lo que ocurre, o debería ocurrir, en una clase virtual. Como muchos han descubierto, la transición a un aula virtual no es simplemente cerrar la puerta de una clase. Aunque todos estamos cada vez más familiarizados con el uso de los ordenadores, teléfonos y llamadas VOIP, la dinámica no es la misma que en una clase presencial normal. La cuestión no es que una opción sea mejor que la otra, ya que ambas tienen ventajas y desventajas, sino que son opciones muy diferentes. 

Cindy destaca tres diferencias:

  • Uso de la tecnología: el capacitador y los participantes se encuentran en un aula en línea, normalmente sin contacto visual.
  • Habilidades de formación actualizadas: es necesario tener un conjunto de habilidades actualizadas para la educación virtual
  • Nuevas técnicas de participación: los estudiantes que participan de forma remota deben implicarse activamente en el aprendizaje

También aclara que hay tres componentes claves para una clase virtual exitosa:

¿En qué se diferencia de un webinario? ¿No son ambos ejemplos del aprendizaje en línea? Merriam-Webster define un webinario como:

Una presentación educativa online en vivo durante la cual los participantes pueden hacer preguntas y comentarios”.

La definición de clase virtual de la Sra. Huggett incluye “altamente interactiva” y, como se menciona más adelante, señala que tiene un enfoque «centrado en el estudiante» (aunque sea dirigida por un facilitador). Es diferente a un webinario, que normalmente es una conferencia con posibles grabaciones de pantalla, diapositivas, encuestas y feedback por chat. Para entender mejor el concepto, puedes mirar el webinario en el que se basa este artículo (enlace al final del artículo).

Y ahora, volvamos a la clase: en vista de que es posible que ya hayas impartido o asistido a una o varias clases en un aula virtual, es posible que todo esto te resulte familiar. ¿Pero cómo fue? ¿Hubo una buena interacción entre el instructor y los estudiantes? Si era posible ver a los demás, ¿las imágenes eran claras y la iluminación era buena? ¿Se preparó adecuadamente la clase? ¿Hubo algún problema técnico como por ejemplo, instructores que desaparecían, ordenadores bloqueados o enlaces con problemas?

Ya nos lo habíamos imaginado, y por eso hemos escrito este artículo. Así que sigue leyendo.

Crear el entorno de una clase virtual

¿Cómo podemos asegurarnos de hacerlo bien para aprovechar al máximo la clase virtual? Una experiencia de aprendizaje cuyo objetivo es ayudarte a avanzar no debería acabar siendo un dolor de cabeza. Vamos a ver cuáles son algunos de los factores claves que ayudarán a garantizar que el tiempo que inviertes tenga un resultado positivo.

1. Clarificar definiciones

“Descubre la definición de cada evento y asegúrate de que todos lo entienden correctamente”.

La Sra. Huggett indica que hay cinco tipos básicos de eventos en línea: reuniones, videoconferencias, webcasts, webinarios y clases virtuales en línea. En nuestro caso, estamos abordando esta última: una clase virtual en un aula virtual. ¿Con qué frecuencia las clases se desvían o degeneran en otra cosa si no se definen con claridad antes de comenzar la sesión? ¿Alguna vez empezaste una clase que acabó convirtiéndose en una discusión o una charla informal? El éxito requiere concentración, y para concentrarse, necesitamos una definición clara de lo que ocurrirá, y el objetivo de la clase virtual debe mantenerse durante toda la clase. 

2. Aprender a usar la tecnología

“El mayor fracaso de los formadores en línea es no conocer la tecnología. Debes aprender a usarla hasta el punto de saber lo que hace cada botón, menú y comando, tanto para los anfitriones como para los participantes”.

No existe un margen para fallos del sistema. Todo ocurre en tiempo real, por lo que todo tiene que funcionar perfectamente. Conoce tus herramientas. Suponemos que tu hardware está actualizado, por lo que nos referimos al software de aula virtual. Hay muchas opciones y tu organización puede o no haber seleccionado ya una para las interacciones en línea del personal. 

Existen muchas plataformas para conferencias web, y la más popular es Zoom. 

Para aquellos que aún no están familiarizados con esta plataforma, Zoom es una “plataforma en la nube para vídeo, voz, compartir contenido y chat, que se puede usar en dispositivos móviles, ordenadores, teléfonos y sistemas de salas”. Es utilizado por el 58% de las empresas Fortune 500 y el 96% de las mejores universidades de Estados Unidos. 

Si quieres impartir formación cara a cara, necesitarás un sistema unificado que simplifique el proceso. Por esta razón, Zoom se ha integrado en algunos sistemas de gestión de aprendizaje (LMS), como iSpring Learn. Este LMS mejora la formación virtual al funcionar como un único centro de planificación para todas tus actividades de e-learning, que te permite también ofrecer cualquier contenido relacionado, incluyendo cursos de e-learning independientes. También puedes programar sesiones de clases y videoconferencias. Además, una vez finalizado el evento, iSpring Learn creará un informe indicando cuántas personas asistieron e incluso durante cuánto tiempo estuvieron presentes. 

3. Estar preparado

“Tu preparación debería incluir revisar el contenido, organizar tu espacio de trabajo y preparar respaldos tecnológicos. Cuanto más planifiques con antelación, mejor preparado estarás para todas las posibles circunstancias”.

Sorpresas. Como hemos mencionado, las clases virtuales, como todas las clases en vivo, ocurren en tiempo real. Por lo tanto, no hay margen para titubear, lápices o cámaras que se caen al suelo, teléfonos sonando, ventanas emergentes en la pantalla, perros ladrando y muchas otras cosas que pueden ocurrir si no se controlan y prueban antes de la clase. ¿Te ha pasado ya? Evítalo en el futuro.

Contenido. Cualquier clase debe centrarse en el contenido de la misma. ¿Conoces bien el material? Durante la clase deberías leer ideas y desarrollarlas tú mismo en vez de leer textos largos. ¿Has distribuido el material que los estudiantes necesitan leer y/o trabajar antes de que comience la clase? ¿Todos los enlaces siguen activos? ¿Sabes dónde encontrar el material que utilizarás durante la clase? Debes poder acceder fácilmente a este.

Respaldo tecnológico. ¿Qué ocurre si algo se estropea antes o durante la clase? Los ordenadores fallan. ¿Tienes un segundo ordenador disponible? Mejor dicho, ¿tienes un plan de respaldo para absolutamente todo? Puedes tratar la clase virtual como un reality show educativo. Necesitas estar en línea todo el tiempo para que funcione. No puedes simplemente aparecer, tienes que estar presente.

Hablando de respaldo, deberías considerar tener un asistente técnico (productor) entre bastidores que te ayude a conectarte de nuevo si/cuando las máquinas decidan conspirar en tu contra durante la clase.

Cambio de rol. ¿Sabes cómo tienen que usar los estudiantes el software? Intenta iniciar sesión como un estudiante para asegurarte de que no tendrán ningún problema, y en caso de que lo tengan podrás ayudarles.

Preparación del estudiante

Además de saber lo que se encontrarán, los asistentes también deben estar preparados, y esta preparación necesita comenzar por lo menos un día antes del evento en línea. 

Déjales saber que va a ser interactivo: dado que muchas personas tienen una tendencia a “desconectar” durante la clase, ya sea en un aula o en un aula virtual, es una buena idea avisarles de que de vez en cuando deberán participar. Cindy señala que el mensaje puede incluir una lista de verificación de preparación sobre cómo preparar el espacio de trabajo, cómo conectarse y qué hacer en caso de que haya cualquier problema. Es posible que también quieras hacerles saber cómo deben comportarse durante la sesión de aprendizaje virtual:

Un ejemplo de orientación para una clase virtual

4. Involucrar a los participantes

“El mayor beneficio de la enseñanza virtual es que los participantes no tienen que abandonar su escritorio para asistir. Esto también es el mayor desafío. Por lo tanto, utiliza creativamente todas las herramientas y funcionalidades de la plataforma para involucrar a los participantes frecuentemente durante el evento”.

Un aspecto importante para considerar es que el proceso del instructor es diferente en el aula física que en una clase en línea. Mientras que el instructor tiene un rol de presentador en el aula física, al enseñar en el aula en línea tienen un papel de facilitador, dejando que la audiencia llegue a sus propias conclusiones.

La Sra. Huggett explica que los estudiantes deben sentirse conectados, seguros y participativos, pero no aislados ni abrumados. Notarás que la enseñanza virtual tiene un enfoque más centrado en el estudiante, en contraste con el enfoque tradicional de la enseñanza presencial impartida por un instructor. Una forma de hacerlo es preparar a los participantes estableciendo expectativas de antemano.

Participación inmediata

Otra recomendación es esforzarse por captar (y mantener) la atención de los estudiantes tan pronto como inicien sesión. Necesitas atraerlos inmediatamente y puedes lograrlo mostrando una diapositiva de inicio de sesión que incluya una pregunta para debatir o una actividad en las que todos puedan participar. 

Cuando comienza la clase, en vez de simplemente presentarte, sugerimos pedir a los participantes que se presenten, ya que es posible que no se conozcan, sobre todo si la empresa es una multinacional y la clase incluye estudiantes en distintos continentes. Las herramientas para conferencias web como Zoom tienen una opción para realizar encuestas, otra excelente forma de comenzar la sesión.

El objetivo es hacer que la clase sea social, lo cual es algo que ocurre naturalmente en un aula física y es mucho más difícil de lograr a través de una plataforma de conferencia web. En línea, los participantes pueden utilizar la herramienta de preguntas y levantar la mano para presentarse y conectar con el grupo.

Interacción intermitente

Para que las cosas sigan funcionando, el instructor debe invitar a la interacción frecuentemente. Pero ¿con qué frecuencia y de qué manera?

Nuestra sugerencia es estimular la interacción cada cuatro minutos aproximadamente, y otras fuentes recomiendan cada tres a cinco minutos. Esto puede parecer mucho (alrededor de 15 veces durante un período de 60 minutos), pero en una clase en línea, es fácil distraerse. 

Las sugerencias son usar la herramienta para levantar la mano o escribir en la pizarra para presentaciones y/o sesiones de intercambio de ideas. Es importante destacar que una pizarra digital interactiva en línea es una poderosa herramienta interactiva, ya que los materiales (archivos PDF, vídeos y archivos de audio) pueden adjuntarse directamente y los estudiantes pueden escribir, teclear o dibujar en ella y guardarla para estudiar después.

Contenido variado

Usa distintos formatos para presentar el contenido como textos (breves), imágenes, infografías, audio y vídeo. No lo hagas demasiado serio, especialmente ahora. Puedes usar animaciones narradas e incluso videos educativos con humor. Los cuestionarios breves pueden ser muy divertidos y te permitirán evaluar el dominio que tienen los estudiantes de un tema. 

Una buena forma de lograr que los estudiantes participen es que el instructor encienda su cámara web frecuentemente (pero sin ser una cabeza flotante) y, en una clase tipo Zoom, que todos los participantes enciendan sus cámaras web, siendo esto más práctico para presentaciones o discusiones.

Esto nos lleva al siguiente punto:

5. Mejorar las habilidades de enseñanza

“Recuerda lo que ya sabes sobre los estudiantes adultos y las habilidades de facilitación: todo esto se aplica también en la clase virtual. La novedad es el mayor énfasis en tu voz, las nuevas técnicas para hacer preguntas y también debes tener la habilidad de hacer múltiples tareas al mismo tiempo”.

Es inevitable que las habilidades necesarias para enseñar en aulas virtuales sean distintas a las usadas en un aula física. Mientras que la ubicación física en el aula, la proximidad a una persona y el lenguaje corporal (gesticulaciones, postura, etc.) son herramientas clásicas para estimular una clase llena de estudiantes, ninguno de estos aspectos se aplica en una clase en línea. 

Dado que el instructor probablemente tendrá su cámara web encendida, Cindy menciona que la técnica de la cámara debe perfeccionarse: debes tener la cámara a la altura de los ojos para evitar mirar hacia abajo, lo que da una impresión dominante. Lo ideal es ofrecer una sensación de igualdad con los participantes para que parezca una conversación, un enfoque utilizado por los reporteros de noticias en la televisión. Y no, la cámara web de tu ordenador portátil no tiene una calidad suficiente, por lo que recomendamos una cámara montada por separado. 

El encuadre es igualmente importante. Cindy menciona que tus hombros deben aparecer en el marco. Esta es su técnica: coloca la palma de tu mano en la parte superior de tu cabeza (con la palma hacia la cámara), tu dedo meñique debe estar en el borde superior de la pantalla. Esto significa que tu cuerpo está a la distancia correcta de la cámara.

La iluminación también es muy importante: las sombras y la falta de luz pueden hacer que sea mucho más difícil para la audiencia conectar contigo. La recomendación es evitar sentarse frente a una ventana, por ejemplo, ya que la luz de fondo dificultará que se vea tu cara. Lo ideal es que tengas luz frente a ti para iluminar tu cara. No es necesario tener iluminación profesional y tampoco hace falta tener un fondo demasiado sofisticado, pero debe estar ordenado (sin ropa sucia, etc.). Cuando enseñamos desde nuestro hogar, puede ser más difícil tener un fondo adecuado, en cuyo caso una pantalla verde podría ser una buena solución.

Y vístete bien. ¿Cuántos presentadores en línea descuidados has visto con camisetas viejas? Exacto.

6. Aprovecha tu voz

“Tu voz es un componente clave a la hora de enseñar en un aula virtual. Presta atención a tu volumen, velocidad, tono y sonido en general. Asegúrate de que tu conexión de audio sea nítida y clara, sin causar distracciones en la experiencia de aprendizaje”.

¿Alguna vez has cerrado un vídeo por un problema con el sonido? Bueno, lo mismo es válido para la clase virtual, pero en este caso, la audiencia se “apagará” aunque no puedan desconectarse literalmente de la clase. La Sra. Huggett recomienda que: 

  • Inviertas en unos auriculares para asegurarte de que los participantes oyen un sonido de calidad.
  • Te sientes en tu mejor postura (pero no rígida) para dar una imagen de integridad, autoridad y profesionalidad.
  • Respires profundamente para energizar tu voz y mantener a los participantes implicados.

Si te parece complicado dominar todo esto, recuerda que los profesores en línea que más éxito tienen también fueron novatos en algún momento, y llegaron donde están ahora a través de la.

7. Practica, practica, practica

“Los mejores facilitadores virtuales practican sin descanso. Se esfuerzan por mejorar continuamente su enseñanza”.

  • Busca formas de optimizar tu “podio” virtual
  • Domina la tecnología y siéntete cómodo con ella
  • Realiza simulacros con productores para resolver los problemas antes de la clase para que no arruinen la clase para ti y la audiencia.

Si el proceso de optimización parece interminable, es porque lo es. Siempre habrá formas de mejorar la forma en la que presentas, tu estudio, tu material y tu configuración técnica. 

5 consejos para una clase virtual más efectiva

Ahora que hemos explicado algunos de los aspectos básicos para preparar tu aula virtual e impartir tu clase en línea, vamos a ver algunos consejos para mejorar la efectividad de tu clase/aula: 

  • Reglas. Aunque desees involucrar a los participantes, tampoco quieres provocar una rebelión. A medida que aumenta el número de estudiantes, hay más espacio para el caos, por lo que debes aclarar desde el principio que las personas no deben interrumpirse entre sí. También es buena idea pedirles a todos que pongan sus móviles en modo vibración para evitar constantes interrupciones de notificaciones y tonos de llamada.
  • Preguntas. Lleva un registro de cuántas preguntas le has hecho a cada estudiante y cuántas preguntas ha hecho cada uno. Esto te ayudará a evitar que algunos participantes no participen y que otros dominen la clase.
  • Más preguntas. Puesto que los estudiantes no te verán de la misma forma que lo harían en una clase presencial, o tal vez no te verán en absoluto si estás usando muchos videos y/o grabaciones de pantalla, hacer más preguntas de las que normalmente harías ayudará a mantenerlos implicados.
  • Grupos. Puedes configurar «salas de reuniones» virtuales en las que grupos más pequeños de participantes pueden realizar una tarea de grupo, como un intercambio de ideas (4-6 personas como máximo por grupo). Puedes «visitar» cada grupo para guiarlos y luego reunirlos a todos para que los líderes del grupo hagan presentaciones. Sin embargo, esto requiere un dominio más avanzado del software utilizado.
  • Sobrecargar. Probablemente les mandarás deberes para casa y tareas que deben preparar antes de empezar la clase: lo primero proporciona continuidad al material, ya que solo una parte del material se puede cubrir en la clase, y lo segundo sirve para preparar a los estudiantes para que digieran más fácilmente el material que se abordará durante la clase. Pero es importante no pasarse. Recuerda que estás formando a adultos que trabajan y debes tener en cuenta el tiempo que tendrán disponible para estos deberes. El hecho de que puedan acceder al material en cualquier lugar y en cualquier momento no significa que puedan (o deban) dedicar cada minuto que tengan disponible al material del curso. También puede resultar útil proporcionar un tiempo estimado de lectura/estudio para que los estudiantes gestionen su tiempo con mayor facilidad.

Conclusiones

¿Está desapareciendo la clase presencial tradicional? Bueno, estamos viendo una disminución en el uso de las clases presenciales en empresas (especialmente en el escenario actual de la pandemia): mientras que el 70% de todas las horas de formación formal se llevaron a cabo en un aula física en 2005, esta cifra disminuyó al 54% en 2019, según el informe de Estado de la Industria de ATD de 2019. Y este porcentaje es mucho menor en 2020. ¿Pero desaparecerá del todo? Probablemente no. 

Entonces, ¿las clases virtuales son el futuro? Más bien el presente. Así que hay que ponerse en marcha… es decir, en línea. 

Nos gustaría agradecer a nuestra experta en e-learning por compartir sus conocimientos:

Cindy Huggett, consultora de formación virtual

Cindy Huggett es una profesional certificada en CPTD que ayuda a las organizaciones con el cambio al aula virtual. Durante los últimos 20 años, Cindy ha enseñado a miles de capacitadores a impartir clases en línea en vivo. Fue miembro de la Junta Directiva Nacional de ATD y fue una de las primeras en obtener la designación de Profesional certificado en aprendizaje y desempeño (CPLP, ahora CPTD).