La capacitación empresarial siempre tiene que velar por el desarrollo integral de los miembros de una organización. Las tendencias de aprendizaje marcan que los modelos universales no siempre tienen los mejores resultados pues cada empleado tiene características distintas y se desarrollan a ritmos diferentes.
Por ello, la creación de un plan de desarrollo individual para los empleados es una herramienta muy útil para fortalecer las iniciativas de formación de cualquier organización.
En este artículo profundizamos en qué son los programas de desarrollo personal en las empresas, los elementos que los conforman y ejemplos prácticos de cómo crear uno para tus propias áreas de recursos humanos.
iSpring Learn te acompaña en cada paso de la implementación del plan de desarrollo individual, desde establecer los objetivos hasta dar seguimiento continuo al progreso del empleado
¿Qué es un PDI (plan de desarrollo individual)?
Un Plan de Desarrollo Individual (PDI) es una herramienta personalizada y estructurada que se utiliza para definir los objetivos profesionales de una persona y los pasos necesarios para alcanzarlos. Normalmente se utiliza en entornos profesionales y sirve de hoja de ruta para que empleados y empleadores alineen sus aspiraciones profesionales personales con los objetivos de la organización.
Este modelo facilita el aprendizaje y el desarrollo continuos mediante la identificación de carencias, el establecimiento de objetivos claros y la definición de medidas prácticas para mejorar las competencias del colaborador.
Entre sus principales características, podemos destacar:
Personalización
La personalización es la piedra angular de un PDI. Cada plan es único y refleja las habilidades, experiencias, puntos fuertes y áreas de mejora actuales de la persona. Al centrarse en las necesidades y aspiraciones específicas de la persona, los planes de desarrollo individual garantizan que los esfuerzos de desarrollo tengan sentido y estén en consonancia con los objetivos personales y profesionales.
Este enfoque personalizado ayuda a fomentar la motivación, ya que es más probable que las personas se comprometan con un plan que coincide con su visión personal del éxito.
Orientado a las metas
Un PDI está impulsado fundamentalmente por objetivos, que proporcionan dirección y propósito. Estos objetivos suelen dividirse en objetivos a corto y largo plazo. Los objetivos a corto plazo pueden incluir la finalización de programas de formación específicos, el desarrollo de competencias, el dominio de un nuevo programa informático o la asunción de un nuevo proyecto para los equipos de trabajo.
Las metas a largo plazo, por su parte, pueden implicar transiciones profesionales, ascensos o la adquisición de cualificaciones avanzadas a lo largo de varios años. Al definir claramente estos objetivos, un PDI ayuda a las personas a mantenerse centradas y a seguir sus progresos.
Acciones concretas
Los pasos prácticos descritos en un PDI sirven de guía práctica para alcanzar los objetivos fijados. Estos pasos son acciones concretas y cuantificables que una persona puede llevar a cabo para acercarse a los resultados deseados.
Por ejemplo, si el objetivo es mejorar las habilidades de liderazgo, los pasos prácticos podrían incluir la inscripción en un programa de desarrollo del liderazgo, la búsqueda de opiniones de los compañeros o la dirección de un pequeño equipo en un proyecto.
Mejora continua
Un plan de desarrollo individual es una herramienta dinámica que evoluciona con el tiempo. La revisión y el ajuste continuos son esenciales para que el plan siga siendo pertinente y eficaz. A medida que las personas progresan en su carrera, sus objetivos y circunstancias pueden cambiar.
Las revisiones periódicas, normalmente trimestrales o semestrales, permiten evaluar los progresos e identificar nuevos retos u oportunidades. Este proceso de revisión continua también permite realizar ajustes en respuesta a los cambios en los objetivos de la organización o las tendencias del sector.
¿Cuál es el objetivo del PDI?
El objetivo principal de un plan de desarrollo individual es asegurar que los esfuerzos de formación tengan el mayor impacto en los empleados. Al enfocarse en la situación, fortalezas, puesto de trabajo y estilo de aprendizaje de cada colaborador, este modelo de formación permite aprovechar y canalizar de la forma más personalizada posible los recursos de capacitación.
Los planes de desarrollo individual proporcionan un marco estructurado que apoye el crecimiento y desarrollo continuos de una persona en su contexto profesional. Mediante el establecimiento de objetivos claros y personalizados y la descripción de medidas prácticas para alcanzarlos, un PDI pretende salvar la distancia entre el punto en el que se encuentra una persona en su carrera profesional y el punto en el que aspira a estar.
No sólo fomenta el crecimiento personal y profesional, sino que también garantiza que este crecimiento esté en consonancia con las necesidades estratégicas de la organización. En última instancia, el objetivo de un PDI es capacitar a las personas para que se hagan cargo del desarrollo de su carrera, contribuyendo al mismo tiempo al éxito general de la organización.
Beneficios del plan de desarrollo individual
Seguir esta metodología conlleva distintos beneficios para la empresa y los especialistas en recursos humanos y e-learning:
-
Mayor orientación profesional. Un PDI ayuda a las personas a clarificar sus objetivos profesionales y proporciona un camino claro para alcanzarlos. Al establecer objetivos específicos, los empleados pueden centrar sus esfuerzos en desarrollar las habilidades y experiencias necesarias para avanzar en sus carreras.
-
Mayor motivación y compromiso. Saber que su empleador apoya su crecimiento profesional puede aumentar significativamente la motivación y el compromiso de un colaborador. Un PDI demuestra un compromiso con el desarrollo personal, lo que puede conducir a una mayor satisfacción en el trabajo y a un mayor sentido de lealtad hacia la organización.
-
Mejora del desarrollo de competencias. El plan de desarrollo individual identifica las habilidades específicas y las áreas de conocimiento que necesitan mejorar. Este enfoque específico del desarrollo garantiza que los colaboradores adquieran las competencias y conocimientos necesarios para tener un mejor desempeño en su puesto actual y prepararse para futuras oportunidades.
-
Optimización de recursos. Al definir claramente las necesidades y objetivos de desarrollo, estas herramientas permiten tanto a los empleados como a las organizaciones asignar recursos de forma más eficaz. Los programas de formación, tutoría y otras actividades de desarrollo pueden adaptarse para alcanzar objetivos específicos, garantizando que el tiempo y el dinero se invierten en las áreas que producirán el mayor impacto.
-
Responsabilidad personal. Un plan de desarrollo individual anima a los miembros de los equipos a responsabilizarse de su crecimiento profesional. Al esbozar claramente los pasos necesarios para alcanzar sus objetivos, los empleados están capacitados para tomar medidas proactivas en su desarrollo, fomentando un sentido de responsabilidad y autodirección.
Cómo hacer un plan de desarrollo individual
Una vez que tenemos claros los conceptos fundamentales detrás de un PDI, llegó el momento de conocer los pasos y directrices generales para su creación, implementación y ajuste. Esta es una guía general, por lo que la puedes adaptar con libertad según la realidad y objetivos de tu organización.
1. Autoevaluación
El primer paso en la creación de un plan de desarrollo individual es la autoevaluación. Se trata de reflexionar sobre las competencias actuales del colaborador, sus puntos fuertes y débiles, sus intereses y sus aspiraciones profesionales. Considera en qué punto de su carrera se encuentra, qué le gusta hacer y dónde quiere estar en el futuro. Las herramientas de autoevaluación, los comentarios de compañeros y supervisores o la reflexión personal pueden ayudar a identificar áreas de crecimiento y desarrollo.
2. Definir los objetivos profesionales
Tras la autoevaluación, el siguiente paso es definir sus objetivos profesionales. Éstos deben ser específicos, mensurables, alcanzables, pertinentes y de duración determinada (SMART). Los objetivos pueden ser tanto a corto como a largo plazo, desde mejorar una habilidad concreta hasta conseguir un ascenso. Es importante alinear estos objetivos tanto con las aspiraciones personales como con las necesidades de la organización.
3. Identificar las necesidades de desarrollo
Una vez fijados los objetivos, identifica las habilidades, conocimientos o experiencias necesarias para alcanzarlos. Esto puede implicar la adquisición de nuevas habilidades técnicas, la mejora de habilidades interpersonales como la comunicación, o la adquisición de experiencia en un área diferente de la empresa. Comprender el desfase entre las capacidades actuales y los objetivos profesionales del empleado es crucial en este paso.
4. Establecer medidas prácticas
Una vez identificados los objetivos y las necesidades de desarrollo, el siguiente paso es esbozar los pasos a seguir. Se trata de actividades o acciones específicas que el colaborador llevará a cabo para desarrollar las habilidades o experiencias necesarias. Por ejemplo, estrategias como la implementación de un programa de capacitación integral a través de herramientas como los LMS puede darte una hoja de ruta clara.
5. Evaluación periódica
Por último, un plan de desarrollo individual debe revisarse y ajustarse periódicamente según sea necesario. A medida que avance en su carrera, sus objetivos pueden cambiar o pueden surgir nuevas oportunidades. Las revisiones periódicas, normalmente trimestrales o semestrales, te ayudarán a mantener el plan actualizado y darte ideas sobre si sigues por el buen camino.
Preguntas frecuentes
¿Qué se entiende por plan de desarrollo individual PDI?
Un plan de desarrollo individual es un marco de trabajo para conseguir el mayor impacto en la formación de un miembro de la organización a través de la personalización y el establecimiento de objetivos claros.
¿Ejemplos de cómo hacer un plan de desarrollo individual?
Los pasos fundamentales para crear un PDI incluyen la autoevaluación, definir objetivos profesionales, identificar las necesidades de desarrollo, establecer medidas prácticas y realizar una evaluación periódica.
¿Cuáles son los beneficios de un PDI?
Algunos de los beneficios más notables de un PDI incluyen mayor motivación y compromiso, mejora del desarrollo de competencias y la optimización de los recursos destinados a la formación.