Cuando pensamos en la formación en el lugar de trabajo, las soft skills o habilidades blandas muchas veces pueden ser pasadas por alto porque no son igual de tangibles que las hard skills o habilidades duras como las habilidades de programación o los conocimientos avanzados de Excel. Sin embargo, desarrollar una formación en soft skills para los empleados es tan importante como las habilidades técnicas.
En este artículo profundizamos en el concepto de habilidades blandas, su importancia para el trabajo en equipo y, finalmente, cómo fomentar en los empleados estas habilidades en tan alta demanda.
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Qué son las habilidades blandas (soft skills)
Las habilidades blandas son las cualidades personales y las aptitudes interpersonales que determinan cómo interactuamos con los demás y gestionamos nuestro trabajo.
A diferencia de las habilidades técnicas o duras, que son específicas de un trabajo o tarea, las habilidades blandas se centran en cómo nos comunicamos, colaboramos y resolvemos problemas en diversas situaciones.
Una habilidad blanda puede ser aspectos como la comunicación, la adaptabilidad y la inteligencia emocional, que son fundamentales en cualquier entorno laboral. Ayudan a las personas a trabajar eficazmente en equipo, a afrontar los retos con facilidad y tener la capacidad de mantener relaciones positivas con compañeros, clientes o consumidores.
En un mundo en el que el trabajo en equipo y la colaboración suelen ser la clave del éxito, las habilidades interpersonales han adquirido tanto o más valor que los conocimientos técnicos. Los empresarios buscan estas habilidades en su equipo porque desempeñan un papel importante en el fomento de un lugar de trabajo productivo y armonioso.
Diferencia entre las habilidades blandas y duras
Aunque tanto lashabilidades blandas como las duras son esenciales para el éxito profesional, sirven para fines distintos y se desarrollan de maneras diferentes. Los hard skills son las capacidades técnicas y los conocimientos específicos de un trabajo. Suelen ser medibles, enseñables y pueden aprenderse a través de la educación formal o la formación.
Algunos ejemplos son el dominio de un lenguaje de programación, el análisis de datos, el manejo de maquinaria o el dominio de una lengua extranjera. Estas habilidades son las que normalmente te permiten acceder a un puesto de trabajo, ya que demuestran tu capacidad para realizar tareas específicas.
Por otra parte, las habilidades blandas se refieren menos a lo que haces y más a cómo lo haces. Se centran en tu capacidad para comunicarte, trabajar con otros, resolver problemas y adaptarte a situaciones cambiantes.
A diferencia de las habilidades duras, las blandas no siempre se enseñan en un aula o a través de un esfuerzo de recursos humanos, sino que se desarrollan a través de la experiencia, la práctica y el conocimiento de uno mismo.
Son más difíciles de medir, pero a menudo tienen un impacto significativo en el éxito profesional a largo plazo porque influyen en la capacidad de trabajar en equipo, manejar la presión y dirigir proyectos. Algunos ejemplos son la resolución de problemas, el pensamiento crítico, la empatía o la gestión del tiempo.
En resumen, las habilidades duras son los conocimientos técnicos necesarios para realizar un trabajo, mientras que las habilidades blandas determinan la eficacia con la que se aplican esas habilidades técnicas en situaciones del mundo real.
Los profesionales con más éxito en el mercado son los que dominan ambas, ya que los conocimientos técnicos combinados con unas buenas habilidades interpersonales dan lugar a un empleado polifacético y listo para la acción.
Importancia de las habilidades blandas
Aptitudes como la comunicación, la resolución de conflictos y la resolución de problemas respaldan casi todas las facetas de las operaciones comerciales. En toda tu organización, en cada unidad de negocio y rol de empleado, las soft skills son esenciales para conseguir nuevos clientes, mejorar las métricas del servicio al cliente y construir una dinámica de equipo más fuerte.
Existen muchos otros beneficios organizacionales que se pueden obtener de los programas de soft skills, a continuación destacamos los principales.
1. Mejorar el servicio al cliente
Este podría considerarse el beneficio más obvio de mejorar las soft skills en el lugar de trabajo. Tus empleados podrán escuchar activamente de forma más eficaz para establecer las necesidades de tus clientes, identificar problemas y ayudarles a resolverlos. También es probable que tengan más compasión y empatía después de mejorar sus soft skills, lo cual puede tener un gran impacto positivo en el servicio al cliente.
2. Incrementar las ventas
Mejorar las soft skills puede beneficiar a tu equipo de ventas durante el proceso de negociación de las ventas. Los empleados pueden utilizar sus aptitudes para interactuar con el cliente a un nivel más personal, sin traspasar los importantes límites profesionales, y tus clientes definitivamente apreciarán esto. Cuando los empleados se toman más tiempo para hablar sobre los problemas a los que se enfrentan tus clientes y les ofrecen la solución adecuada, realizar una venta será muy fácil.
3. Mejorar la retención de personal
Tu empresa retendrá más talento porque has invertido en su desarrollo profesional, y esto es rentable. De esta manera reducirás la necesidad de contratar y formar personal de sustitución, reduciendo así los costes de la empresa.
Además, las soft skills mejoran la retención de conocimientos y preparan a los empleados para que se hagan responsables de su desarrollo personal.
Tipos de habilidades blandas
Las habilidades blandas pueden agruparse en diferentes categorías en función de las áreas de desarrollo profesional y personal que potencian. Estas categorías ayudan a comprender mejor la amplia gama de habilidades que se engloban bajo el término «soft skills» y cómo contribuyen al éxito en el lugar de trabajo.
Una forma de clasificarlas es centrarse en las interpersonales, que se refieren a la forma en que interactuamos con los demás. Incluyen habilidades que afectan a la comunicación, la colaboración y la creación de relaciones. Las personas que destacan en este ámbito suelen trabajar bien en equipo, tienen seguridad frente a las interacciones, pueden establecer relaciones profesionales sólidas y gestionar los conflictos con eficacia.
Otra categoría importante son las habilidades de autogestión, que giran en torno al modo en que las personas gestionan sus propias tareas y responsabilidades. Estas habilidades abarcan áreas como la gestión del tiempo, la adaptabilidad y la regulación emocional. Los profesionales con una buena capacidad de autogestión suelen ser más productivos, se mantienen organizados bajo presión y son capaces de cambiar las prioridades cuando es necesario.
Una tercera categoría son las habilidades de resolución de problemas, que se centran en la capacidad de pensar críticamente y desenvolverse en situaciones complejas. Estas habilidades consisten en analizar retos, generar soluciones y tomar decisiones, y son cruciales para cualquiera que quiera manejar situaciones inesperadas o dirigir proyectos.
Por último, podemos considerar las aptitudes de liderazgo, que son habilidades blandas que hacen hincapié en guiar y motivar a los demás. Estas habilidades son fundamentales para los líderes o directivos del futuro, ya que implican establecer una visión, inspirar a un equipo y tomar decisiones estratégicas que influyan en el éxito de un grupo u organización.
Al comprender las distintas formas en que pueden clasificarse las habilidades blandas, las personas pueden evaluar mejor sus propios puntos fuertes y sus áreas de mejora, lo que les ayuda a crecer no sólo como empleados, sino como profesionales completos.
Ejemplos de habilidades blandas
A continuación, ofrecemos una lista de las principales habilidades blandas que los recultadores y especialistas en recursos humanos buscan en el candidato.
Liderazgo
El liderazgo es una soft skill que permite a las personas guiar a otros mientras cumplen los objetivos y la misión de la organización.
Al mejorar el liderazgo, los empleados serán más capaces de delegar, ofrecer y aceptar feedback honesto y accionable, asumir la responsabilidad de sus tareas y motivarse a sí mismos y a otros para alcanzar los objetivos de la empresa y los KPI.
Competencias y rasgos clave
- Gestión de proyectos
- Empatía
- Desinterés
- Altruismo
- Escuchar
- Humildad
- Inteligencia cultural
- Autenticidad
- Versatilidad
- Generosidad
- Confianza
Comunicación
Las habilidades de comunicación pueden ser orales o escritas y mejoran la expresión efectiva en el lugar de trabajo.
Tus empleados podrán comunicarse de manera más eficaz tanto entre ellos como con tus clientes, por lo que es una situación beneficiosa para todos. Al desarrollar sus habilidades de comunicación, les ayudarás para que se expresen con mayor claridad, escuchen de manera más activa y atenta y consigan mejores resultados en conversaciones difíciles.
Competencias y rasgos clave
- Claridad
- Confianza
- Respeto
- Empatía
- Escuchar
- Comunicación verbal
- Comunicación no verbal
- Comunicación escrita
- Feedback constructivo
- Amabilidad
Trabajo en equipo
Las habilidades de trabajo en equipo permiten a los empleados trabajar bien en un entorno de grupo.
Promueve relaciones saludables entre los empleados y permite que tus compañeros colaboren y trabajen en equipo de manera más efectiva para cumplir colectivamente los objetivos, metas y KPI de tu empresa.
Competencias y rasgos clave
- Colaboración
- Cooperación
- Coordinación
- Delegación
- Escuchar
- Escucha activa
- Intercambio de ideas
- Mediación
- Negociación
Gestión del tiempo
Las habilidades de gestión del tiempo demuestran la capacidad de usar el tiempo de trabajo de forma inteligente: planificar el tiempo según sea necesario y asignarlo de manera razonable para varias tareas.
Mejorar la gestión del tiempo permite a tus empleados alcanzar sus objetivos laborales de manera más eficaz. A su vez este proceso lleva a una mayor eficiencia y a un incremento de la productividad.
Competencias y rasgos clave
- Gestión de proyectos
- Priorizar
- Tener iniciativa
- Planificación
- Toma de decisiones
- Concentración
- Delegación
- Manejo del estrés
- Afrontación
- Organización
Resolución de problemas
Las habilidades para resolver problemas combinan el uso del pensamiento analítico y creativo para encontrar soluciones.
Tus empleados serán más proactivos al momento de reconocer problemas y posibles obstáculos en los proyectos, tareas y objetivos. También estarán mejor dotados para identificar e implementar soluciones o encontrar soluciones alternativas.
Competencias y rasgos clave
- Pensamiento lateral
- Razonamiento lógico
- Iniciativa
- Persistencia
- Observación
- Persuasión
- Negociación
- Brainstorming
- Toma de decisiones
Pensamiento crítico
Es la capacidad de analizar información de forma objetiva, evaluar diferentes perspectivas y llegar a conclusiones lógicas sin ser influenciado por las emociones o los prejuicios personales.
Promueve la capacidad de tus empleados de pensar con originalidad. Al usar estas habilidades, podrán sopesar las ventajas y desventajas de diferentes opciones y tomar decisiones informadas. Esto hace que sea mucho más probable que logren los resultados deseados para tu negocio.
Competencias y rasgos clave
- Resolución de problemas
- Razonamiento lógico
- Brainstorming
- Pensamiento creativo
- Comunicación
- Colaboración
- Observación
- Aplicar datos a situaciones del mundo real
Cómo desarrollar habilidades blandas
Existen varias opciones para ofrecer formación en soft skills a tu personal. Puedes dedicar cursos completos únicamente a soft skills, o puedes añadir secciones relevantes de habilidades blandas al contenido de tus cursos existentes. En cuanto a los métodos de formación, puedes utilizar algunas de las opciones que describimos a continuación:
1. Coaching/orientación
Si identificas a un empleado que necesita desarrollar una soft skill específica como el liderazgo, puedes considerar la posibilidad de contratar a un mentor o coach y crear un enfoque de aprendizaje específico y personalizado. El proceso de coaching en el lugar de trabajo normalmente implica colaborar con el empleado para identificar, focalizar y planificar un mejor rendimiento.
Funciona de la siguiente manera: un coach define los objetivos del empleado, los conjuntos de habilidades existentes, sus puntos fuertes y por supuesto, sus puntos débiles.
Por ejemplo, el empleado descubre que no es lo suficientemente bueno a la hora de comunicarse con el personal que supervisa, por lo que un coach crea una estrategia de desarrollo y le proporciona un camino claro para mejorar sus habilidades de comunicación. Cuando el empleado implementa esta estrategia, el coach le apoya y le ofrece feedback accionable.
2. Talleres interactivos en vivo
Si quieres formar a un grupo entero de empleados en una soft skill específica, puedes organizar talleres en vivo. Los mejores talleres tienen un propósito concreto, están orientados a la acción y tienen como objetivo encontrar respuestas a los problemas actuales del ámbito laboral.
Supongamos que deseas enseñar a tu personal de atención al cliente cómo resolver conflictos con los clientes. Puedes crear escenarios de juego de roles e interpretarlos directamente en el taller. El supervisor o el representante de aprendizaje y desarrollo puede hacer el papel de cliente descontento y tus empleados tendrán que intentar resolver el conflicto. Según sus respuestas, el capacitador podrá cerrar las brechas de habilidades y orientarlos en la dirección correcta.
3. Aprendizaje entre pares (social)
Otra manera eficaz pero sencilla de desarrollar soft skills es aprender con otras personas. Las investigaciones han demostrado que existe una relación significativa entre divertirse en el lugar de trabajo y el aprendizaje informal. Puedes aprovechar esto creando flujos de trabajo o proyectos a pequeña escala que requieran la colaboración entre compañeros en el trabajo. O puedes desarrollar el aprendizaje social en línea usando aplicaciones sociales y otras herramientas.
Por ejemplo, puedes crear un foro social en el que los empleados hablarán sobre las soft skills en el lugar de trabajo y cómo alcanzar su máximo potencial. Tendrán un lugar para hacer preguntas y compartir historias para obtener feedback de sus compañeros. Por ejemplo, un empleado se encuentra con un cliente particularmente difícil que le puso de los nervios. Él o ella puede compartir su experiencia en el foro, hablar con compañeros y obtener consejos útiles para el futuro.
4. Aprendizaje en línea
En el clima global actual, formar a tu personal en línea tiene sentido. Estos pueden mejorar sus soft skills mientras aprenden desde casa u otros lugares en cualquier dispositivo.
Puedes comprar cursos de soft skills listos para usar en plataformas de aprendizaje en línea como LinkedIn, Learning o Udemy. Sin embargo, ¿cómo consolidarán tus empleados las competencias adquiridas en la práctica? ¿Y cómo comprobarás que tus compañeros realmente obtuvieron algo útil de la formación?
Una simulación de diálogo es una interacción en línea que simula una conversación real con una persona, como un cliente, otro miembro del personal o un accionista. Esto es similar a los escenarios de juego de roles que hemos mencionado cuando hablamos de los talleres en vivo, pero los simuladores están automatizados y no requieren la participación de otras personas.
Lo importante es que pueden ayudar a los empleados a dominar las habilidades de comunicación sin riesgo para el negocio hasta que estén listos para probarlas en el mundo real.
Además, a diferencia de los talleres en vivo, no es necesario reunir a todos los empleados en un solo lugar y dedicar una gran cantidad de tiempo a la práctica individual. Las simulaciones de diálogo permiten que decenas e incluso cientos de empleados practiquen cuando y donde lo deseen.
Así se ve una simulación de diálogo creada con la herramienta de autor iSpring Suite:
Una característica clave de una buena simulación de diálogo es el uso de escenarios ramificados en los que cada decisión tomada por el empleado tiene consecuencias. Esto garantiza que todo funciona igual que en un diálogo real entre dos personas.
Las herramientas de autor como iSpring Suite hacen que la creación de simulaciones de diálogo sea muy sencilla y rápida y permiten añadir escenarios de ramificación sin tener conocimientos de programación.
5. RA/RV
La realidad aumentada y virtual también pueden ser formas muy efectivas de desarrollar las soft skills de los empleados. Estas herramientas permiten a las empresas replicar de manera efectiva escenarios de la vida real a los que los empleados podrían enfrentarse y enseñarles la mejor manera de reaccionar en esas situaciones.
Por ejemplo, puedes replicar escenarios en un mundo virtual en el que un empleado tiene que responder con empatía a un compañero de trabajo que tiene dificultades en su vida personal. O puedes recrear una situación en la que un gerente tiene que dar feedback crítico a su personal.
Un buen ejemplo de programa para formación de RV para soft skills es el programa ‘CoPilot’ desarrollado por Talespin.
Conclusión
Aquí concluye nuestro análisis en profundidad de la formación en soft skills (habilidades blandas). ¿Tu organización ofrece programas de soft skills a tus empleados? Si es así, ¿qué métodos usas para impartir la formación y qué tan eficaz ha sido? Nos encantaría conocer tu opinión en la sección de comentarios.
Preguntas frecuentes
¿Qué habilidades blandas existen?
Las habilidades blandas incluyen la comunicación, la resolución de problemas y la gestión del tiempo. También abarcan el trabajo en equipo, la adaptabilidad y la inteligencia emocional. Son esenciales para el éxito profesional y se desarrollan con la experiencia.
¿Qué habilidades blandas buscan las empresas?
Las empresas buscan habilidades blandas como la comunicación efectiva, la capacidad para trabajar en equipo y la adaptabilidad. También valoran la resolución de problemas y el liderazgo. Estas habilidades ayudan a crear un ambiente de trabajo productivo y colaborativo.
¿Cómo medir habilidades blandas?
Las habilidades blandas se pueden medir mediante evaluaciones de desempeño, retroalimentación de colegas y entrevistas basadas en competencias. Las pruebas de personalidad o situaciones simuladas también ayudan a evaluar estas habilidades. El seguimiento del comportamiento en el entorno laboral es otra forma de medirlas.